Idoia

EDAD

El cuerpo nos sostiene

deshojándose junto al calendario.

 

Despojándose de emociones

vertiéndose entre nostalgias,

hasta ser solo piel y huesos.

 

El cuerpo que se envejece

envolviéndonos cual sudario.

 

Apagándonos las pasiones

ahuyentándonos la esperanza,

y el espíritu queda ileso.