Sabía de tu belleza interna por tu Poesía,
de esa sonrisa interesante en tu foto,
lo hermoso de tus comentarios a las letras mías,
pero habían cosas de versos ignotos;
líneas de Poemas en ti que no conocía
hasta hoy que me has maravillado el día
al contemplar tu belleza de santos divinos votos.
Y tuve que escribir… porque el alma no podía
retener su admiración fijada en ti;
sentir como cupido amenaza por ahí,
en acecho de sus acostumbradas travesías.
Oh! – Bella dama yo sé que no escribiría
lo que pudiese describirte más lo que siento
del palpitante que golpea duro aquí adentro
y de estos nervios alterados por su porfía.
Disculpa mujer! – ésta inesperada osadía
de escribir con el corazón enamoradamente crudo,
disculpa mujer! – porque la razón no pudo
controlar las sorpresivas y excesivas inquietudes,
lo siento mujer! - - hace tiempo no escribía de virtudes
pero al haberte visto hoy…, ahora lo dudo…
A.Maestre