apareces,
bajo el cielo azul
infinito,
en la mitad
del sangrinto dia
me tocan esas manos
del alfarera,
se extienden
como dos alas
sobre mi pecho,
y puedo sentir
como su calido
arrullo me penetra
hasta el alma,
se va llendo el tiempo,
se van llendo los minutos
con una sonrisa de oreja
a oreja,
yo te veo a los ojos,
esos ojos, que manejan
a los mios con hilos
invisibles,
yo persigo a a tus ojos
donde ellos vayan,
y persigo tambien
lo que ellos ven,
por que de esa manera
es que te encuentro.