Digo penumbra como si arrojara una sombra
pendiente
sobre el ocaso de un mar
como un te quiero nunca más dicho
como una mancha en el día.
La luz se niega así misma
se reparte tímida sobre las miradas
abyectas
entre el polvo de las cosas.
Y tú dices penumbras
como si las penas tuvieran
sombras.
como si estuviera pendiente el velo
de un pájaro herido
que escapa de una sombra que
pende.
Y los dos penumbramos en el vórtice
de este espacio delirante y ajeno
sabiendo que ni las palabras
pueden escapar, al final, de las
sombras.