Hoy mi alma se eleva ligera,
Ya nada detiene su vuelo,
Descubre las leyes del cielo,
Domina el poder de la tierra;
Pues tu alma ilumina mi vera
Y conjuga aquel viejo anhelo;
Es un suspiro hecho destello,
Dando vida a muerta quimera;
Por ti encontré la victoria,
Pues bebí la sabiduría,
Confronte el infierno y la gloria
Del llanto, del ser, la alegría:
Trajiste hasta mí, la concordia,
La luz de una clara armonía…