Padre, a veces pienso, si tú hoy vivieras,
qué pensarías de mi. Si es posible,
de haberme hecho quizás te arrepintieras.
Hoy presiento que hubiera sido horrible
saber si el sueño huyó por peteneras.
No sabes, si eso es así, cuánto siento
no haber correspondido a tus desvelos,
de nada ya sirve ahora el lamento.
Quizás sobrestimaste tus anhelos
o incapaz fuera yo de armar el cuento.
La vida, padre, ese trozo de tiempo
que dios nos presta en acto dadivoso
hay veces que nos pilla a contratiempo,
pues él siempre se muestra veleidoso
haciendo a nuestra vida un pasatiempo.
Si así fuera, hoy, aquí pido disculpas
que ya cambiar la historia no es posible.
Quisiera yo asumir todas las culpas
que aunque quise imitarte fue imposible
espero tu perdón, si es que me exculpas.
©donaciano bueno
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