Apareces de pronto,
engalanada de jovialidad, de belleza inocente con alegres colores,
luminosa, divertida,
y acaricias mi alma.
Naces de la nada, improvisada,
felizmente engalanada
y acaricias mi ser,
llenándolo de vida, de generosidad y de alegría.
Más bonita que ninguna,
mi bella flor del jardín,
impecable y primorosa,
más bonita que ninguna.