Entre el silbido del viento y la avenida totalmente a solas camina sin rumbo Rossi, una pequeña cafeterìa atrapa su mirada y se dirige hacia ella, viene bien un cafè el frìo cala hasta los huesos, al entrar al lugar una voz fuerte y clara le llama al girar su mirada en busca de quien le llama descubre la agradable sorpresa al ver a su amiga Lali camina hacia ella y se abrazan en silencio, -Rossi no digas nada ahora, se lo que estas pasando ya una vez tambièn lo pase, mira ahora la vida me cambio para bien, sabes amiga mas vale sola que mal acompañada, es justo tener otra oportunidad y por años te la has negado conservando un matrimonio que no les hace feliz a ninguno de los dos, disfrutemos del cafè y luego caminaremos un rato, ¿y como estàn los niños?, -amiga mis hijos estàn bien por ahora, aùn no hablo con ellos del divorcio esta semana lo harè, èl ya me comunico que se muda a otro lugar y es importante que èl y yo hablemos con nuestros hijos, solo espero lo superemos pronto, -y dime chica ¿has visto nuevamente aquel joven del que me hablaste?, me quede intrigada por aquello que me contaste que al verlo creìste conocerlo de toda la vida, a veces pienso que vivimos mas de una vida y quien en esta vida es nuestra hija en otra fuè nuestra madre o viceversa, -si Lalì, tambièn lo creo sentada en aquella fuente de soda con Jesùs y mis hijos sentì que èramos una familia y por cierto inmensamente felìz, a èl no le he visto màs espero sea feliz donde quiera que se encuentre ahora, amiga debo irme es un algo tarde mañana nos vemos en la oficina gracias por tu compañìa, -tambièn voy saliendo caminemos juntas un rato.
En la gran avenida destacan dos grandes torres de oficinas, sin saberlo siquiera en una trabaja Rossi y en la otra Jesùs, por aquello de la casualidad o mas bièn causalidad nuevamente se encontraron ellos dos compartiendo mas de una vez charlas amenas comenzando a conocerse en esta vida, y en la que otra vez el destino los lleva a ser amantes en las estaciones del tiempo.
-¿Y dime Jesùs, eres felìz?, -en este momento sì, ¿y tu?, -despuès de encontrarte nuevamente me siento felìz sin pensar en nada mas, solo somos tu y yo y el destino que nos ha reunido quìzas otra vez a destiempo -promete no casarte y esperar nuestro pròximo encuentro, -lo prometo. Y esa tarde y tantas otras se amaron con locura sin medida ni cordura.
Asì pasan los meses y los años, Rossi queda sola con sus hijos y Jesùs mas de una vez levanta el vuelo para dejar caer sus alas otra vez al lado de quièn ha dado su vida por èl, y a su manera ambos conservan una amistad agradeciendo los años compartidos y asì su vida se convierte en una rutina que lo lleva a ser infiel en su matrimonio mas de una vez, el destino le hace pensar solo en Rossi convirtiendose ambos en esta vida nuevamente en dos grandes amantes como antes.
y la vida continua...