Me quede sin cruzar la vía
esperando un guiño,
tu guiño de luna.
Cruza el portón, bien
aventurada tierra,
tatita de barro.
Lucho Lemos y su guitarra.
Poemario garabateados a
sangre del prieto monte.
Las tardecitas austeras y su guitarra
rastrea pedazo e´ pan.
Fogón improvisado de
reclamos y supersticiones.
El fuego diluyéndose,
troncos indolentes como
las quejas atizándose.
Los mates lavados.
Enjuagando las penas de
auscultar humanidad y
la hierba corajadura a
tiempo de semillar .