franklin blanco

Calabozo en las noches.

En Calabozo la palma

se estremece con la brisa,

que irrumpe por las ventanas

y trepa por la cornisa,

para morirse en la calma

que me prende a tu sonrisa.

 

El abanico del viento

sopla entre los chaparrales,

y con paso torvo y lento

atraviesa los raigales,

de la espiga que es sustento

y dora los arrozales.

 

Cuando el crepúsculo cubre

a Calabozo en su manto,

una chicharra descubre

lo sublime de su canto

y en el ocaso de octubre

rasga el cielo con su llanto.

 

Mi Calabozo en las noches

se viste de terciopelo,

para formar un derroche

de caricias y desvelos,

y titilan como broches

sus estrellas, en el cielo…

 

 

Franklin Joel Blanco Aparicio.

Villa de Todos los Santos de Calabozo.

Venezuela.