Norberto p.p.

Te quiero, Lía

Hoy como ayer te quiero mía:

¡Mi vida!, con liviano tiesto

te tomo con el agua fría,

y, así renazco en justo duelo.

 

Hoy como siempre quiérote, alma.

Y quieres mi fermosa, Lía,

a ti miren más de veinte ojos

y sin valorar mis pupilas. 

 

Los ojos míos ya te miran 

y queman con el sol tu cuerpo;

incluso, pleamar del Carmen

que merma tu sutil cintura.

 

Hoy como todo te pretendo,

adoro como te derrumbas.