Alarde de gozosa primavera
con su siempre sonoros musicales,
como suenan en Málaga verdiales
y rojas amapolas en pradera.
Dándole su color la enredadera
a las aguas que trotan por canales,
pueblos blancos de Cádiz y arenales
con el viento hacen dunas sin tijera.
El canto del jilguero y su belleza
y la brisa de infancia que te llega,
atrapa tu sentir con su pureza.
Velero que, en calmado mar navega
en un amanecer que paz bosteza,
y un brindis con buen vino de bodega.
Lola Barea.