Bajo el bello firmamento
vi la luna y las estrellas
tan hermosas.
Tan veloces como el viento
vuelan las gaviotas bellas,
silenciosas.
Bailan las olas del mar
con imponente furor
que impresionan.
Miro el monte al asomar
desde un lindo mirador
¡ Sugestionan!
En la cima de aquel cerro,
avizoro mi morada
tan magnífica.
Dentro de mi ánima encierro
una llama enamorada
tan prolífica.
No me dejes sin aurora
durante toda mi vida
lamentando.
Soy la mujer que te adora
y aunque sufra muy dolida
vivo amando.