Ella en el pàramo se asoma en la montaña
pone su mirada fija en el horizonte
y no le importa nada màs
ha enterrado su alma en aquel lugar
en cada gota de agua de aquella laguna
que la observa tan diminuta y frágil
en cada hoja de los frailejónes guardianes
que la rodean amablemente durante su procesión
ha enterrado su alma en el viento
que juguetea suavemente con sus ondulada cabellera
aquella brisa donde danzan los cóndores en la inmensidad
Ella hizo sus entierros para volver contigo
a ese lugar alguna vez
pues le falto enterrar su alma en tu mirada.