Te fuiste de mí
sintiendo confusión
y al igual que tu, creí
que me arrancabas el corazón
En mi profundo dolor
muchas preguntas sin respuesta
condenaron nuestro amor
y dejaron a mi alma inquieta
Pero tonta presunción
porque en cada lágrima derramada
y en cada noche de inútil dolor
sanaba mi alma, revivía mi corazón
Y ya ves, pude levantarme
extrayendo a la vida su razón
superando con entereza
lo que fue mi frustración
Ahora, con tristeza me buscas
pensando que me puedes amar
sin meditar que el alma que añoras
hace tiempo se logró liberar.