Mujer madura se dice que soy,
si se pasan con cinco los cuarenta,
si hay madurez, realización y experiencia,
porque he vivido de manera plena.
Tengo unos hijos maravillosos,
que amo con todo mi ser,
a quienes con orgullo he visto crecer,
buscando cada uno su propio camino.
Tengo hermanas y hermanos
que ocupan en mi corazón un lugar especial
al igual que tías, tíos y primos
que abrazo con todo mi cariño.
Tengo el mejor trabajo del mundo,
porque cada día al enseñar, aprendo,
comparto los espacios con excelentes personas,
y puedo mejorar cada día mi quehacer.
Tengo un lugar para habitar,
donde puedo compartir con los que amo,
momentos que se convierten en recuerdos,
que le dan sentido a mi existencia.
Tengo la fortuna de contar con la amistad
de seres extraordinarios llenos de bondad,
con gran calidad humana e integridad,
agradecida de con ellos poder contar.
He vivido experiencias enriquecedoras,
de dolor y de alegría, de frustración y éxito,
pero no se aqueja mi pensamiento,
agradezco cada paso en mi devenir.
Agradezco por todo lo que tengo,
por lo perdido y por lo ganado,
por todo lo que hoy me acompaña,
por la luz en mi mente y poder respirar.
Agradezco hoy la vida con todo mi fervor,
agradeciendo cada despertar y cada anochecer,
cada puesta de sol sobre mi hermoso mar,
cada caricia del viento al caminar.
Cada mano amiga que puedo estrechar,
cada abrazo que me llega al alma,
cada beso que me dice mamá,
y todo el amor que llena mi corazón.
Autora: Yolanda Valenzuela Gaxiola