orlandomagno

Critica al capitalismo y la educaciĆ³n de los pueblos

Maestra: como usted misma estudio castellano y literatura, comprenderá que un filósofo al igual que Neruda y otros tantos poetas, escribían y escribirán sus inquietudes. Y a veces me pregunto por qué la labor docente tiende a entrar entre las labores obreras.

Es decir, que no es valorada por quienes se sirven de los maestros. No conozco aquellos tiempos brillantes que existieron en nuestras tierras porque no los viví, lo que si se;  es que históricamente el docente común o que no es educado en otras partes del mundo, es decir en Europa, recibe lo necesario para sobrevivir.  

Escucho a  los docentes más clásicos narrar  que alguna vez se les respeto por quienes les contrataban, y que los trataban como académicos. Pero la industria ha permitido que al docente se le mire como un obrero, y lo más curioso es que por experiencia propia he experimentado que a los maestros se les demora el sueldo en casi todas las instituciones, y que por ello se ven obligados a pasar necesidades, a quedar en vergüenza frente a las personas a las que les deben y otras tantas cosas del mismo género.

Un docente más que maestro, es un acompañante en el camino de los jóvenes y niños. El educador lleva sobre su hombro una carga mental, física y psicológica que solo el docente conoce. Pues maneja los diferentes temperamentos de sus estudiantes, y lidia con la problemática que el Estado ha creado, como es: la falta de empleo, la falta de oportunidades, el deseo de formar obreros en línea, la ambición por enajenar a las gentes para que nuca piensen, la falta de tiempo de sus padres para compartir con ellos.

Y todo como consecuencia de que al soberano le dio la gana de casarse con las empresas, y estas forman jornadas laborales de 10, 11, 12,14 y 15 horas diarias de trabajo de domingo a domingo, con un día de descanso cada quince días, ese día de descanso nunca será un domingo, deberá ser el día lunes, ya que nadie deseara descansar un lunes porque no encontrara gente para tratar, hablar y dialogar.

Elemento importante, porque  ¿Quién deseara descansar? 

Esto genera que el individuo vuelva al día siguiente con amor a su servidumbre.

No bastando con ello el soberano dice en los noticieros que la culpa de que los jóvenes estén sumidos en sus vicios y delincuencia, es de los padres y de los docentes. Pero ya sabemos que el matrimonio del soberano con las empresas es la causa. Y otras tantas cosas que nunca acabaría de mencionar.

Ahora, la virtud de cada uno de los estudiantes radica en la diferencia de ser de cada uno de ellos.

Por otra parte, si el argumento es que al docente se le hace mendigar porque no es un ser sabelotodo, diremos que el Internet sabe más que él. Lo que el Internet no hace, ni hará, es elevar el espíritu de la reflexión, del cuestionamiento, de la creación problematica de la vida, fomentar el espíritu de amor por el conocimiento, la verdad y  la ciencia, si así se les puede llamar.

El Internet nunca enseñara al hombre a ser uno con el cosmos. Puesto que  estas herramientas son patrimonio de un poder que sabe manipular, y utilizar todos los medios de información y comunicación, para hacerle creer un mundo a los hombres, que solo le convenga al gran poder.

Lo mejor es que creemos y vivimos en ese mundo, además del esfuerzo que hacemos para mantenerlo vivo, lo hemos encubado en nuestras almas, aparte de la adoración que le rendimos al monstruo del trabajo racionalizado con todas sus variables múltiples.

Creemos en la política y hablamos de cosas tan falsas que solo existen para nosotros. Porque para sus formadores; no son más que un plan de Maquiavelo.  

La condición docente no es el único problema, porque estaríamos destruyendo las distintas variables, también la cantidad de docentes en línea que forma el soberano, estos sí que son más peligrosos. Porque terminan de elevar cada una de las mentiras que hemos establecido en nuestros conceptos, y que ya forman parte de la estructura mental que se interconecta con cada falacia en nuestros cerebros.  

Si de tiempos brillantes se trata; esta carta concluiría diciendo que nunca han existido en nuestras tierras, y los que brillan deben ser solo un fenómeno perceptible para quienes salen de esta colonia en Colombia, y se educan en Europa y Estados Unidos.

Bogotá, Colombia. Jose Orlando Melo Naranjo