Adquirí una guitarra
con gran emoción
Era fascinante
su elaboración,
Y aunque una obra de arte
era su cajón
Yo me ilusionaba
con su diapasón.
Adquirí una guitarra
con la sola intención
De trovar con ella
toda mi pasión
No sabía tocarla,
no tenía instrucción,
Era yo bohemio
más no trovador.
Cansado y vencido
la colgué en un rincón
Ya le había torcido
hasta el diapasón,
Puse tanto empeño
en la afinación
Y hasta la sexta cuerda
se le reventó.
Tenía yo mi guitarra
colgada al rincón
Le pedí a un amigo
que era trovador,
Que para tocarla
me diera instrucción
Y que me ayudara
con la afinación.
Tenía yo mi guitarra
y obtuve instrucción
Seduje las cuerdas
de su diapasón,
Pero un día espantoso
la robo un ladrón
Porque muy hermoso
era su cajón.
Ese cruel bandido
quien me la robo,
Fue mi gran amigo
el se la llevó,
Acordó conmigo
el darme instrucción
Pero el mal amigo
se cobró el favor.