De la calle vengo y voy,
de donde un borracho es un poeta,
Ahí donde el arte realmente existe,
donde un muro es un lienzo, una obra maestra.
Vengo del silencio y la soledad,
donde hay mesas para reír y llorar,
donde el mejor amigo es el desconocido,
el que te invita a un cigarrillo.
Somos del tiempo viejos testigos,
con arrugas en la vos de tanto camino,
vengo de donde no hay perjuicios,
de donde da igual el alcalde o el vecino.
Ahí donde cantan el perro y el grillo abrazados,
un tango que temo enterrar,
donde se levanta el animo
de un hermano caído, en el pasillo.
De donde no sirve el dinero si no
para jugar a un trago mas, luego olvidar,
nuestro amor es la musa que se fue,
nuestro deporte el azar.
El humo y el olor a hiel,
el garito oscuro para amanecer,
las sabanas un agudo sincel,
para esculpir el cuerpo de una hermosa mujer.
Maldito quien dude de nuestra lealtad,
seremos siempre fieles a los sueños,
vengo cansado de fumar felicidad,
vengo a mi país, y no me voy a ir.