“Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar”.
(Khalil Gibran)
Eres tú el mar, el mar y el cielo,
eres el bramido de su oleaje
el destello de estrellas en la noche
contra el negro hogar de las sirenas.
Eres languidez de aguas marinas
cuando te pienso a mi lado dulcemente,
eres la espuma blanca que se esparce
en las arenas tibias de la playa.
Eres tú el mar y yo el marino
que quiere dominar profundidades,
hasta llegar al fondo coralino
de la belleza endiosada de tu cuerpo.
El pez multicolor dejó en tus ojos
la reluciente magia de sus tonos,
la perlas anduvieron por tu boca
y olvidaron su brillo entre tus dientes
Eres tú el mar, el mar eterno,
el mar esbelto, el mar lozano,
el cosquilleo de las aguas a las rocas
se hizo eco en tu diáfana sonrisa.
Eres el mar bravío, el mar sereno,
eres batalla, eres sosiego,
en ti está el naufragio y la aventura,
el horizonte curvo y el faro del peñasco
Eres tú mi mar y aquí te espero,
arrásame, llévame contigo,
así será y no habrá más penas
ni llanto, sólo amores
y un velero perdido en lontananza.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.