Junto al muro de piedra que rodea la plazuela de delante de la casa,
he visto en las ramas de la encina vieja dos tórtolas besándose el alma.
Después, junto al pozo del agua las palomas salían de los olmos batiendo sus alas.
Y en la era de la casa nueva he visto que el viejo carro de madera
al tractor miraba con rabia, al par que sobre la parda tierra, jugando corria el perro del ama.
Al ver todo ello, me iba acordando de los tiempos en que en la besana
el hombre de campo al amanecer, mientras nieva en la sierra, en el valle sembraba esperanzas
que arrojaba en semillas al surco al tiempo que su yunta araba.
Y he vuelto a ser niño, y sobre mis mejillas lucían las lágrimas
al par que sobre la parda tierra, jugando..corria...el perro del ama.