Salió como divisado en la luna. El bello amor que le ofrecía Madeleine. Una pasión desde el silencio de las profundidades inexpresivas; en el subterráneo de sus misterios una pareja dejaba de lado sus reticencias para descubrirse en cada caricia. No importaba si millones de policías penetraban la ciudad en su búsqueda infatigable.Tampoco que los archivos de Madeleine Butler fueran volteados al revés y al derecho tratando de hallar una pequeñísima pista que los sacara de las angustias crónicas. Su tórrido amor en las entrañas húmedas de Ámsterdam, resguardaba el secreto de los amantes. Ladran los perros con sus narices rojas de olfatear la nada, se atrevió el amor a encender las velas en su guarida mágica. Quiso que olvidaran sus desgracias por algún momento. Que los ojos ciegos de Madeleine pudieran observar a las caricias del fuego; derretirse en las pasiones infinitas que enseñaron a Klaus a querer por primera vez en la vida, aprende en los dulces labios de su amada, que su resurrección puede sacarlo del infierno para llevarlo al trono de su reina.
Aquella Mujer - Alexander Cambero 2016.