Y yo sigo aquí, sentado en mi viejo sillón rojo, con los ojos cerrados
rebuscando en mis mas profundos recuerdos,
como aquel hombre, que con inmensa angustia,
busca desesperado en medio del silencio,
la presencia de su hija muerta,
Así, con tan inmensa tristeza y agonía,
sigo buscando tu imagen, tu sonrisa, tu cabello, tus pálidas mejillas,
Amor mio, ha pasado el tiempo, y debo confesarte que aquellos lentos,
salvajes, hermosos y húmedos besos,
han quedado como borrosos, amor mío que te has hecho,
dime porque hemos olvidado tan hermosos momentos,
tan gratos placeres,
en los cuales, nuestros corazones palpitaban y nuestras almas cabalgaban juntas,
por tan hermosos paisajes,
a medida que busco en mi agitado mar, solo encuentro, trozos de ti,
pequeñas memorias de tus labios fríos y tu suave piel, casi desgarradas,
Amor mío, dime donde quedaron aquellas noches,
en las que nos devorábamos, uno al otro, como bestias que se amaban,
casi desgarrándose la piel, mientras nos bañaban las aguas del deseo.
donde quedaron las palabras, los compromisos, las palabras de aliento, de cariño,
de seducción,
Perdóname, amor mío, todos aquellos recuerdos, se quedaron perdidos en el tiempo,
quizas, fue mi culpa, quizas mientras te esforzabas por avivar la llama, yo soplaba con fuérza,
quizas, no supe amarte tanto, no pude saciar tu sed de amor y de respeto,
Ahora, te he dejado en medio del camino,
Mientras yo, me alejo del tuyo más, cada segundo,
he dejado que esto muera, lo se,
mientras tu me preguntas cada día,
amor mío, que te has hecho.