LA VIDA
Sinuosa es la vereda
Transitada a lo largo de la vida.
Feliz el que la acceda
Con tino y con medida,
Pues es su dirección sólo de ida.
Y obviando los atajos
Que se ha de recorrer toda completa,
Pensando que debajo
De una bella chaqueta,
Se pueden esconder tristes andrajos.
Feliz el que disfrute
Todos y cada uno de sus pasos,
Pues eso repercute
En todos esos casos
En que la suerte se tiñe de fracaso.
Dichoso todo aquel
Que cuando se tropieza, se levanta,
Que la vida es cruel,
Y aprieta la garganta,
Mas, si sabes sufrir, todo se aguanta.
Y el que no se arrepiente,
De todas las acciones de su vida
Porque hace lo que siente,
Porque nunca se olvida
De cómo se infringió su última herida.
Es envidiable aquel
Que lleva como amigo y compañero,
El amor siempre fiel,
El amor verdadero,
El que sirve en las penas como albero.
El que mira al costado
Y, viendo a ese otro que ha caído,
Lo coloca a su lado,
Y, sin hacer ni un ruido,
Le ayuda a mantenerse siempre erguido.
El que anda sin prisa
Y sin perder de vista el horizonte,
El que goza la brisa,
Al que no asusta el monte,
Al que lleva el corazón de polizonte,
Que el camino es muy largo,
Y, aunque esté inundado de señales
No es fácil, sin embargo,
En momentos cruciales,
Siempre existen las “Ayudas Especiales”.
Mayo de 2016
Jose Cruz Sainz Alvarez