Hay días en los que la melancolía se abre paso entre recuerdos.
Hay días en los que los recuerdos son dagas ardientes
Que perforan el cosmos.
Hay días en los que las aves brillan en el viento
Y los peces sobresaltan el oleaje.
Hay días en los que se oye un silbido
Con melodías de una diosa.
Hay días que me echo de menos
Y también hay días que te espero.
La lluvia sabe amarga
Y los días ya no existen.
Hay días que recuerdo, cuando quiero olvidar.
Hay días que no se sienten,
Y otros tantos que hieren.
Pero hubo un día que por fin desperté,
Y me dije ¡ya no más!