A ti,
Quien invadió mi vida como un trueno,
Quien ocupó mi corazón sin quererlo,
Quien me inyectó de versos.
A ti,
Quien destruyó mi máscara de hierro,
Quien desnudó mis miedos,
Quien tocó hasta el último de mis huesos.
A ti,
Quien dio vida a mi risa,
Quien le dio forma a mis caricias
Y quien sin saberlo
hizo de mi su fiel adicta.