Me cuestiono un sin fin de veces,
cómo vivir la vida desde el más esplendoroso de los lugares
encuentro que ahí,
dónde la melancolía y la dicha se juntan,
el hogar nace.
Sí me cuestiono un sin fin de cosas
será a estas horas de la noche,
cuando el alma se despoja del cuerpo,
cuando el cuerpo se despoja del corazón
y el corazón del magnate ego.
Me cuestiono un sin fin de situaciones,
entre la maduréz y los sueños perdidos.
que de la vida me he enamorado
en los sueños rotos
y en los sueños viajeros.
Que tan primorosa es la duda,
la duda de las 20:17 horas,
el momento exacto del alma al desnudarse,
que en un sin fin de cuestiones cuestionables,
no encontrado mejor hora para mostrar la transparencia.
En un sin fin de dudas y preguntas
me olvidé de fluir,
mantenerse pensante y confundido
no es el mejor de los hábitos;
encuentro que en el mejor de los casos,
vivir sin el pensamiento eterno
pueda encontrar felicidad,
y más que ella,
la paz.
Y justo ahora,
en el sin fin de pensamientos melódicos
encuentro las mejores letras,
los mejores versos,
los más dichosos recuerdos
sedientos y polvorientos,
menos mal que existen las palabras
para cuando la transparencia no existe en el cuerpo,
para cuando la transparencia no existe en la voz,
para eso están las palabras,
sí bien,
en un sin fin de situaciones, hechos o heridas
has de olvidar tu transparencia,
que en tu puño y tu letra permanezcan.