Pobre mujer es una serpiente,
que ha inyectado su veneno en si misma
y le está comiendo los sesos,
ha perdido la razón
sus palabras son como un triste espantapajáros,
tiene una máscara de fango,
y arremete y quiere destruir todo aquello que no entiende
ó no se somete a su retorcido deseo,
se ha olvidado de amar,
por no ejercer el noble acto de dar amor y recibirlo,
el ocio la ha perdido en un mundo de delirio,de grandeza imaginaria,
por la frustración de lo que quiso ser y no fue,
yo no le temo al mal,
lo he enfrentado tantas veces y en tan diversas formas,
pero me entristece la miseria humana,
como creyente hago una plegaria,
pero continuo mi camino con la consciencia tranquila,
mientras a mis espaldas tristemente la judas se quema,
de ira,rabia y odio.