He roto con el silencio
que carcomía las entrañas
y le he pedido a la noche
que se vaya,
que no crea más cizañas.
Porque he aprendido
que cuando se quiere
no hay obstáculo ni nada
que parezca prohibido,
a una interferencia en el sentir.
Hay hechos concretos
que dicen la última palabra
y esa es justamente
la que he aprendido a oír.
Mi conciencia me dice
que no insista más,
que no es necesario
mendigar cariño
y que te lo den por piedad.
Llévate tus experiencias
en todos los sentidos.
Que al romper con este silencio
no te he de amar jamás.
Estoy segura que de ti
¡claro que me olvido!
-o-
Rompiendo por querer romper
las barreras, los tropiezos,
las querellas,
los malos pensamientos...
Que no por eso
harán que cambie
mi manera de ser.
Porque soy libre palabra
que tiro, lanzo y suelto al viento.
Si llega a ti y la quieres recibir...
¡qué bueno!
Bienaventurados
los que saben oír y analizar,
porque de la palabra me lleno
y de ella he aprendido amar.
-0-
Es cierto que muchas veces
dice tanto una mirada,
pero si se ofrece
en una forma apasionada
el amor.
Otras crece hablando
y conociendo a la persona
es que uno se enamora,
sin darnos cuenta ...
que no es la hora.
El alma detrás de la palabra
que tus labios aflora
se va corriendo
como niña que llora.
-0-
¿Cómo romper en llanto?
ante tu pecho amado
decirte que me duele tanto
todos los anhelos frustrados.
Que me llega tu lágrima
muy cerca de mi riachuelo
donde exclamo los te quiero
que brotan de mi pasión.
Decirte en mi razón,
que no es posible quererte más,
tiro los inconvenientes al aire
y corro contigo ¡Qué más da!