¡Oh, ese feliz paraíso prometido!
¿que hice yo, por qué te has ido, donde estás?
No me insistas que aún existes, que no más
soy un ciego que no ve, que está perdido.
Ese cielo de belleza sin igual
que de niños nos vendieron, que soñamos,
cuando, ingenuos, ignorábamos el mal
y que ahora ya encontrarle no logramos.
De ese tiempo de aprendices de la vida
sin ventana en que mirar al exterior,
torpes para percibir cualquier hedor
de este mundo, de su engaño y su mentira.
¡Paraíso tanto tiempo tan soñado!
yo quisiera hoy encontrar un desmentido,
imposible por creer que me han mentido
los que antaño me dijeron educado.
¡Bello jardín del Edén, oh paraíso!
¿qué hice yo para que tú me hayas dejado?
sin sueño, sin ilusión, desesperado,
con el miedo en las entrañas sin aviso.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com