A los dioses paganos que emigran con mis ascuas:
Yo nací del dolor de mujer y del fuego
lúbrico de mis padres, a sombras de las pascuas,
yo nací de los pechos vivos de mamá; luego...
a los pechos azules de las bocas regreso,
pálido en actitud física en pies y codos;
yo nací en mansedumbre sin reloj en mi seso,
yo vivo pero muero de desvestidos modos.
Porque nací del puño, golpeando el azogue,
porque nací desnudo sin veste que me abogue,
porque nací de: sangre, vértebras y mi tronco.
Y no mire la ausencia carnívora dos veces,
¡Vida! nada te pido, sólo que no regreses
pues nací del dolor, en un día muy bronco.
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David John Morales Arriola.