Ya me cansé de
animar falsas esperanzas
que al final
me han roto el alma.
De esperar a tus falsas decisiones y
aún así me llené de mil ilusiones
que un día decidieron irse.
Se fueron una noche fría
de invierno en la que yo
no hacía mas que
vivir en un infierno .
No te guardo ningún rencor y
si te guardo es un gran miedo y pena.
Me despedí de tí bruscamente
como se despide el alma
de la vida para entregarse a la muerte.