Aun las hojas en el árbol sin tener alma emprenden vuelo,
cuando el viento en su furia las arrebata,
no es de ningún modo la creación cosa barata,
las verdes sienten la ausencia de las ya secas y hacen duelo,
porque entonces aquel que tiene alma,
no toma por sabia la perfección de la naturaleza,
el que dejemos que nos mueva la fraternidad,
y no veamos al que sufre con la mas entusiasta tibieza.