Noche de letras,
de alegrías y tristezas,
de recordarte sonriendo,
de verte en mi cabeza.
Noche de letras,
de historias incompletas,
de puntos suspensivos
y de palabras coquetas.
Noche de letras,
algunas sin sentido,
otras muy cuerdas,
siendo el alfabeto todo un alcahueta;
noche de letras,
donde leyendo te veo
y mi imaginación te encuentra,
cantando como loco la melodía secreta.
Noche de letras, que noches éstas...
Derechos reservados: Andrea Murillo