Dulce

Redondos

 

 

Quisiera perderme

en tus puntos infinitos

donde la conciencia estalla

como hace tiempo

cuando enlazábamos el alma

y los hielos fueron ígneos

en tu boca de mordiscos

y en la comisura de tu mirada.

Y cada suspiro nos elevaba

a ese cielo de nirvana

cada día más suspendido

cuando la soberbia no emanaba

y los ciclos eran redondos

porque el tiempo los superaba.