Me gusta esperarte cuando te espero,
Imaginando el secreto de tus pasos,
gaviotas suavemente estrepitosas ,
arcos iris sumergidos en los cielos .
Me gusta extrañarte cuando te extraño,
ausencia y angustia que me hieren
cual espadas del ignoto recuerdo,
encajado en los ardores de mis sienes.
Me gusta soñarte cuando te sueño,
al arrullo de tus fuegos lentos
en caballos intempestivos que cabalgo
absorbido en los orígenes del tiempo
Me gusta tenerte cuando te tengo,
cual paloma arrebatada por los aires,
tú el almíbar saboreado de esta noche
que requiero tercamente interminable.
Autor: Gustavo Echegaray A.
03.05.2016
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