NO PUEDO
El reclamo del cielo que ha enfurecido,
No sé todavía por cuales razones,
Me sustrae de las horas apacibles,
Que llegaron cuando el último resplandor
Cerró mis párpados
Un teléfono que suena en la alborada
Y tú diciendo mi nombre, con voz cansada
Vienen a mi mente, los días dorados,
En que me perdía en lo profundo de tu mirada,
Cuando eras como el vino que embriaga los sentidos
Y mi ansiedad incontenible, te reclamaba
Un día partiste, siguiendo el rumbo de las golondrinas
Y la ilusión se quedó quieta, herida por un dardo inesperado.
Los días se convirtieron en vigilia
Y el insomnio, el eterno de las noches frías
Tu voz pastosa, habla de retorno, de recuerdos,
De momentos, que se llevó el cansancio.
De una espera que por interminable, se quedó dormida
¿Qué me necesitas?...no tengo nada para ofrecerte
Es otoño, las rosas se marchitaron,
El pájaro del amor, abandonó el nido.
El tiempo, insobornable y feroz,
Convirtió la suave brisa, en viento huracanado
Bebe de la fuente, el agua congelada,
Toca con tus dedos la tierra mojada,
Siente el sabor de la raíz amarga
¡Límpiate! Y devuélvele el alma, a tu cuerpo,
Pero no regreses, porque te he olvidado