Así... como la brisa trae la dulce caricia,
rozando el ave que ha perdido el vuelo,
así viene a mi alma tu corazón de nuevo,
entonando melodías, dándome sonrisas,
y atrapándome vienes a abrazar mi cielo,
al recordar aquellos días alegres y bellos.
Se detuvo el tiempo ese terrible instante,
cuando, a un espejismo gris te aferraste,
revoloteando mil libélulas, transformaste,
horda de deseos sublimes e inquietantes,
a tu fiel esposa como a trapo viejo tiraste,
y a la nave del olvido llevaste mi felicidad.
Deseaba fueras el más feliz de los mortales,
y convertirte al fin en el hombre más amado,
haciendo el fluir sensaciones en mil fantasías,
hasta que realidad de otro amor llegó a robarte,
y ahora tiemblo, porque necesito tanto verte,
acariciar tu cabello, adosada al tibio costado.
Motivo triste, hacia el vacío mi alma arrojaste,
huyendo en pos de otro cariño, te marchaste,
desdeñando mi amor, alimentando fantasmas,
quedé vagando sin consuelo, te había perdido,
y buscando respuestas, me quede sin fuerzas,
¡tan breve el amor! y tan largo viaja el olvido.
Dolida, orando a Dios me resigné a perderte,
así pasaron tiempos muy largos inclementes,
recordaba aquellos hermosos días de alborada,
a ratos el desconsuelo, y mi lagrimear brotaba,
nunca ocurrió ese milagro oculto que deseaba,
alejados sin regreso viajeros del nunca jamás.
¡Estas aquí junto a mi! ¡Amor has regresado!
apareció la alegría, retornada en la distancia,
haciendo a mi amor crecer plenas fragancias,
esperaba esculpir mis ojos a tu cuerpo amado,
y volver a refugiarme en tus umbrales impíos,
escuchaba tu voz decir ¡te amo! y ¡te extraño!
y de nuevo asaltaban mi lecho, las pesadillas.
Espera, espera un poquito más...
Un día extraña nube me envolvió en su manto,
en una mañana, volviste vacío, solitario y triste,
hiciste saltar, a mi corazón gaviota muy adentro,
y no supe volar feliz hacia el ansiado encuentro,
aferrada a mi voluntad, fue para equivocar me,
y duele pensar solo estaba atrapada en sueños,
creo que nunca me amaste y tampoco regresaste.
Porque grande es, este amor que por ti siento,
que en oscuridad del tiempo, ni en la distancia,
¡Amado olvido! esta herida, no quiere sanarse,
así como el alma no olvida, que existe la muerte,
y de la vida, del cielo y del infierno no se aparta,
así, no olvido las llagas, que no cura el tiempo.
Aunque nunca vuelva a latir por mi tu corazón,
y sufra la indiferencia, y la daga de tu olvido,
¡sé! que volverá a unir nuestros lazos la muerte,
donde te leeré todos mis versos, ¡Amado olvido!
¿Habrá calor o habrá frío en tu espalda?
¡Viajeros de la nave del olvido!
Raquelinamor
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MIAMI/2014