Prefiero yo el llanto a tener alegrías
Prefiero la angustia, prefiero el dolor.
Porque si estoy triste me acuerdo de Cristo
Cuando estoy alegre, se me olvida Dios.
Prefiero una noche sin luz, en tinieblas
Prefiero un mar rudo, fiera tempestad
Pues en el peligro me acuerdo de Cristo
Si todo está en calma, se me olvida Dios.
Prefiero una casa sin techo, ni abrigo
Mi bolso sin plata, o mesa sin pan
Pues en mis carencias me acuerdo de Cristo
Si lo tengo todo, se me olvida Dios.
Si Él un día quitara la luz de mis ojos
Si el poder del habla me niega el Señor
Me sintiera alegre pues en mi dolor
Tendría que acordarme de Mi Salvador.