Elizabeth Chacon Stevens

MADRECITA QUERIDA, MADRECITA ADORADA

 

Jueves, 5 de mayo del 2016 a las 10:05 PM.

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A raudales alcanzo a recibir tu amor de gemas

preciosas, alma de querubines, pecho delicado

que junto a mi lado late con intensidad viva.

De tu amor afable bonito, serafines llevo.

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Serafines hermosos discurren por mi alma,

cuando fluyen tus vientos tú me das calma

y las brisas de tus vientos me envuelven

en la quietud de tu regazo y tu tierno abrazo.

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Tus tiernos abrazos me arrullan me rodean

con la seda de tu piel delicada me circundan;

amada y feliz me siento cuando tus suaves dulces

miradas se posan en mis fuentes de amor fortaleza.

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Madrecita querida, tu amor y fortaleza reza

en mi alma, enriqueciendo mi ser con abundante amor;

fuiste bálsamo manantial ramillete de rosas y aromas

a granel que destilaban y decían cuanto me amas.

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Madrecita adorada, tu corazón de león

era fuerte valiente para tus hijos adorar tanto

en la vasta mar de tu alma y a todas tus joyas llevar

en el corazón y elevar a la máxima constelación.

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Madrecita, de cabellos negros con hilos

de plata, bordabas con ellos amor y dulzura,

ternura infinita  que tu alma pura vertió

a nuestros corazones en admirable actitud.

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Madrecita querida, tus manos ajadas frutos recogieron

caminos y sendas queridas caminaron; del trabajo, afanosa

merecedora de tantos halagos y fortunas tuviste.

Hoy, todas tus riquezas a manos llenas tus hijos recogieron.

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Madrecita adorada, del lirio de tu rostro hermoso, tus ojos

negros y grandes me hicieron temblar ...

con miradas tan dulces tan tiernas que recogí.

De primaveras eras, pintando mi alma flores manojos.

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Oh, dulce mirada tuya entrelazada a la miel de amor

brillas como lucero en la oscuridad celestial.

Dame tus besos, me hacen falta rozar tu piel.

Tu ausencia mata como lanza a toro dentro su piel, dolor.

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Hoy recorro tus pasos, donde tus huellas dejaron gemas

preciosas que voy recogiéndolas como flor en primavera.

Hoy siento tu ausencia y los días se hacen muy largos

cuando el crepúsculo del día lanza fuego fuerza y brumas.

***

Madrecita querida, mi alma se abate y la tuya vivía por amor.

Amor de madre, como ninguna, luz alma que imparte

sapiencia con sabiduría. Todas las huellas de tu alma

me dejan sabor a ti, grandeza para mi corazón imitarte sin dolor.

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Madrecita querida, madrecita adorada

tu amor de gemas brillantes, tu alma de querubines

acarician alma brisas de vientos tus serafines

Fuerte valiente insistente consciente eras madre venerada.

***

Madrecita, no es fácil ser madre a minuto; las horas no alcanzan.

Hoy valoro tu fuerza, valentía, enseñanzas, tus dones

y virtudes, ser amorosa y leal, ser ejemplar y honrada,

el partir tu alma en  mil pedazos para a tus hijos amar; calzan.

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MADRECITA QUERIDA, MADRECITA ADORADA

Rosa Elizabeth Chacón León / Elizabeth Chacon Stevens.

Derechos del Autor Reservados.

Contumazá, Perú.

Miami, \"Tierra Primaveral,\"  /  USA.