Desde el vientre los llevaste
con todo el amor del mundo
del peso, del dolo,r no te quejaste,
y nada como tu cariño fecundo.
Para ti no hubo dias de descanso
ni niñera que te ayudara
y siempre bajo tu regazo
a tus hijos mirabas a la cara.
Fuiste tejiendo con ternura
su carácter y su fortaleza
todo a tiempo sin premura
viste crecer con orgullo su belleza.
Tortilla con sal y manteca
les dabas para estarse quietos,
mientras preparabas el atole
y meneando aplacabas los vientos.
Madre Zapoteca,mujer fuerte
nadie doblegó nunca tu naturaleza
a tus hijos defiendes como un valiente
y tus brazos para ellos, su fortaleza.