Franklin Sandi

A las flores del agua

 

 

Ignoro la fidelidad a las flores del agua

quizá por ello aprendo a caminar descalzo:

una razón valedera para creer en el mar

con saña, rabiosamente

y pensar que dejaré de ser

un punto muerto.

 

Con tibieza en la voz

con un dejo de tumbo en la mirada

con escozor de saxo en la barbilla

el animal de placidez me dice bajo

que está bien, que está bien.

 

Tengo ganas entonces de dormir

los sabores de espina

de barrerlos a latigazos de mar

rabiosamente

pero ese momento percibo

que de mí podría tan solo quedar

un punto muerto.

 

Sospecho sin embargo que algún día

tendré a mano un momento

de lluvia para mí

que a escondidas de mí mismo

humedezca mis guijarros

y me enseñe

a limitar mi libertad

por alguien que se me dé

sin pensar que no soy fiel

a las flores del agua

a los ojos húmedos

al sonido de mi nombre

amasado en escrúpulos.