Muchos años forman parte de mi historia,
y un abismo lo divide con tus veinte,
yo contigo he conocido hasta la gloria,
no me importa lo que murmure la gente.
Medio siglo es mi edad y eres mí musa,
cincuenta años y me porto como niño,
siempre encuentro entre la seda de tú blusa,
los secretos que guarda tu corpiño.
Con tus veintitantos años me provocas,
es el baño del motel mudo testigo,
de mil caricias que dibujas con tu boca,
cuando excitada tú te bañas conmigo.
Y te cargo, y te cargo desde el baño hasta la cama,
no te gusta que te seque con la toalla,
tú bien sabes que no, que no la necesito,
porque mí boca es la que te seca el agua.
Son tus manos las que acarician mi espalda,
y tus piernas las que atrapan mi cintura,
y lo dulce de tus besos me desmaya,
hasta llevarme al bordo de la locura.
Es el roce de tu piel lo que me enciende,
y el perfume de tu cuello el que me embriaga,
y los íntimos rincones de tu cuerpo,
ellos me pierden me idiotizan y soy ¡NADA!
Nada, NADA soy sin ti, tu me haces falta,
no me olvides porque no quiero perderte,
de las cenizas de mi otoño hiciste fuego,
no me dejes no me acerques a la muerte.
En un goloso infatigable en el amor,
me haz convertido en el ocaso de mi vida,
porque he sido cómplice de tú erotismo,
yo te conozco más desnuda que vestida.
Cuando el amor se conjuga no hay edades,
esas son las jugarretas del destino,
No voy a pedirle a DIOS que me perdone,
PORQUE EL FUE QUIEN TE PUSO EN MI CAMINO.
(C.M.S.)