Santiago Miranda

Los cobardes

Aún seguimos aquí esperando
a la revuelta callejera
 la prometida revolución paralizante
que nos invite a/sumirnos

 

(como libres y responsables
-Sartreanos- casi autónomos, todos
mujeres y hombres
libres)

 

Pero aún arribamos a hora a los trabajos
que tanto odiamos o peor, que gustamos
para comprar-nos y seguir pagando
todo lo nuevo que necesitamos
y justificar nuestro cansancio
a cuotas, crédito; la condena postmoderna
a largo plazo. gastamos (nuestro tiempo. vale oro
y nosotros ya somos piedra molida)
nos desgastamos

 

Seguimos rogando al nuevo mesías armado
la vuelta del héroe (a la esquina en un plano 
llano) el que una lo desunido
el que ate las historias disueltas
en un relato colectivo, primer esbozo
de verdadera historia


Desplazados
excluidos de los manuales
muy pequeños
para ser
o no dejar ser
al mundo entero
o a sus restos

 

No reconocidos
trabajadores menores
manos detrás de la obra
la historia de los pueblos
será nuestra alguna tarde de Mayo
al arrebartárselas
de sus agrietadas manos

 

Aún seguimos mirando, por las ventanas
de los edificios de oficinas en los barrios industriales
el vuelo de las hojas secas
al correr por la avenida, vacía
y un hombre encapuchado con una botella encendida
quizás... atisbamos remotamente una figura