Hoy cuando ya no está presente
Cuando su venerable figura
No ocupa el rincón del patio
Ni el sillón de la esquina
Cuando la soledad invade nuestras almas
Cuando ya ni siquiera podemos hablarle
Quiero decirles
¡Mamá vive!
Vive en cada uno de nosotros
En cada uno de nuestros pasos está su caminar
En cada una de nuestros rostros está su sonrisa
En nuestros reniegos esta su triste mirada
Siempre paciente
Siempre contemplando
Como mirando nuestras almas
Como deteniendo el tiempo
Está presente en nuestras mentes
En nuestros Corazones
Está presente en ti
En cada uno de nosotros
Por eso al abrazarlos hoy
Abrazo a la dulce madre,
¡A nuestra madre!.
Que Dios bendiga nuestras manos
Como bendijo las de ella
Que Dios ilumine sus pasos
Allá en el ámbito celestial
Y a nosotros siempre nos guíe por los senderos del amor
Que en cada uno de nuestros corazones
Sólo exista la luz de su mirada serena,
Piadosa, alegre y amorosa
La mirada de nuestra madre.
6 de mayo del 2016