Es inexorable que un día me sorprenderá la muerte
como en un cerrar y abrir de ojos he de irme,
debo hacer cuentas con el redentor de mis actos,
definitivamente a él no he de ir a contarle cuentos,
no he de llevar equipajes pesados lleno de lamentos,
llevaré en la memoria de mi corazón el amor de los míos,
eso quiero llevar a donde he de morar por siempre en silencio,
tal vez, ponga en mi equipaje, el te amo, que no supe corresponder,
entonces decir perdón por no elegir a quien de veras me quería…
Ruego que me alcance el tiempo para dejar todo en paz, en calma,
de la muerte nadie escapará, tarde o temprano nos sorprenderá,
A veces es inevitable llorar y lloro cuando pienso en los míos,
porque sé que el momento será de tribulación para ellos…
¿Alguien más ha de llorar cuando sepa de mi partida?
Es inexorable que la muerte va atrapando y cercando a la vida…
Lo mío fue querer y amar con todo el corazón,
pues nunca hice caso a las consecuencias de la razón,
ya que jamás pude decir: Te amo…sin sentirlo,
y así será hasta el día que me atrape la muerte…
Por eso voy despidiéndome por si mañana me sorprende
y no alcanzo a decirle adiós a toda mi adorada gente,
quiero pedir perdón si a alguien sin querer lastime,
concluir las cosas que tanto me apasionan hacer,
como desnudar este poema y poder confesar
todo lo que esconde mi alma a estas horas de mi vida,
como ese amor que un día tuve y que sin saber se alejo
quedando a la intemperie, mientras le adoraba con todo el corazón...
LUNA&POESÍA
06.05.2016