\"MÁS ALLÁ DE LA VIDA...\"
¡Quizás... muera un día,
renaciendo muy despacio
a una nueva primavera,
diluyendo... mi pecado
entre zarzas espumosas...!,
¡Quizás...
mil espéculos de hielo
extraños se devoren,
en la copa inquebrantable
de mi boca...
que se anuda... !,
¡Quizás...
de tugsteno ceniciento,
se vistan las estrellas
entre lunas enmohecidas
de inquietudes sepultadas... !
¡Quizás...
sin perla cultivada,
algúna estrella glamurosa
vencerá imponente
su dilatada herida...
en los impúdicos altares
de los lirios derramados
por la aurora...
que se crece !
¡Quizás... el alma... ,
se anude.muy despacio
entre campos de silencio
a otros astros desvastados,
que te sufren...
y que te sueñan,
por azahares despechados
de cariátide... adormecida... !
tornándo... muy despacio,
el innecesario... y aúreo brasero,
del flagelo cristalino...
aferrado a la memoria
que se abate....
y que me vence,
¡Quizás... la tristeza
te taladre muy despacio
entre lagos... enfangados
de recuerdo olvidadizo... !
Más un día... amor,
un rayo vengativo
atravesará muy despacio
al triste pensamiento
que se muestra masculino
en la copa desvestida...
de la virtud... innegociable,
tornando...
la vacua enredadera
de los campos de la muerte,
en quebradiza... y cristalina
herida... derramada...
así... soñando podré morir,
entre las fecundas espinas
de las hermosas... e inabarcables
calandrias cesaréas...
bendecidas...
de ancestrales horas,
en espera... de una nueva,
e inextinguible... ave de paso,
entre pálidos azules...
de razón... insatisfecha,
donde la nueva
y extraña edad de oro,
palpite muy despacio...
haciendo respirar
entre las lilas,
las nuevas...
y despobladas primaveras,
de belleza... sublimada,
¡Quizás... para nuestra desgracia,
amor... ya nunca más la brisa
se nos muestre engalanada
de inmortal... caricia derramada,
entre los lánguidos...
y aúreos... silencios metafísicos,
de belleza inalterable... !.
\"DE GÉLIDA TERNURA...\"
De gélida ternura... atado a mis rodillas
de beso manifiesto y lirio derramado,
has de venir un día... al campo de las rosas,
huido de lisonja... vencido de razón,
entre lánguidos altares... de labio perfumado
herido en sus amores... preñado de lamento,
has de venir un día... entre jazmines primorosos
licuando el nuevo día... vertido en mil azares,
vencido de corona... herido de pasión.
AUTOR: JOSÉ A. PANIAGUA MARTÍNEZ.