No vengas todavía,con tus grilletes,
a esta masa. No está corva, ni raída
para ser semilla que bese tierra.
-¿no ves que me niego al silencio
oscuro de tu eternidad efímera?
Espera, aún me quedan abrazos
de escasas despedidas sombrías.
Espera, ya voy llegando a la estrellada
cima, donde los mares del destino.
Espera, que tengo mi luna creciente
Y verla llena quieren mis ojos…
No vengas todavía, que yo siento
el alma fuerte, colmada de versos
para nunca olvidar las fontanas claras,
erguidas vidas que bajan al mar.
espera, yo te llamaré al caer la tarde,
puntual vendrás acunándome en tu regazo.
Espera. Seré feliz algún instante…
Antonia Ceada Acevedo©