Tu sonrisa me provoca sensaciones deliciosas,
con solo probar tu boca, ya me siento una diosa,
el néctar que me brindas, con esos labios de miel,
hacen revolotear mariposas por toda mi piel.
Tus ojos me hacen vibrar, de desenfrenada pasión,
cuando no te puedo mimar, sufre mi corazón,
¡¡que me has dado vida mía, que tanto me provocas!!,
me derrito como agua ante tu cuerpo de roca.
Cuando a tu lado estoy, mi mente delira audaz
tu te vuelves fiera feroz, y yo, una estrella fugaz,
que baila ante tus ojos, para que la puedas atrapar
y de esa feliz manera, con locura podernos amar.
Maria Hodunok.