Sólo sé que las dos tienen
el leño encendido de la hoguera;
una sabe mirar… aunque se abstiene
a ser un frio carnal en primavera…
la otra es abierta y se contiene
al sentir la caricias que se altera
pero mi beso de su labio obtiene
el aroma que cierne la pradera.
Pero a las dos las quiero (y) me retiene
el no saber cuál de las dos me espera
en el mismo lugar donde el placer se aviene.